Delegación del Gobierno permitió la marcha pese a que la Policía avisó de que iban a Chueca y eran nazis
El cartel con el que anunciaron la manifestación fue lo que alertó a los policías de Información quienes identificaron a varios neonazis y ultras de equipos de fútbol
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La Fiscalía investigará la manifestación neonazi que el pasado sábado se produjo en el barrio madrileño de Chueca por si en el desarrollo de la marcha, en la que pudieron escucharse proclamas claramente homófobas, se hubieran producido delitos. El Ministerio Público ha solicitado información a la Delegación del Gobierno de Madrid y a la Brigada Provincial de Información del Cuerpo Nacional de Policía. Lo curioso, o lo preocupante, es que ambas instituciones sabían de antemano que en la convocatoria se deban todos los ingredientes para que sucediera lo que sucedió. Sólo un vistazo al cartel de la convocatoria y al contenido de los actos de la asociación Madrid Seguro habría bastado para desautorizar la marcha por motivos de seguridad.
Las fuentes policiales consultadas por OKDIARIO muestran a partes iguales incredulidad y preocupación por lo que ha sucedido en las últimas horas a cuenta de la manifestación neonazi celebrada en Chueca el pasado sábado. La incredulidad llega por la parte de que la Delegación del Gobierno no haya puesto ningún tipo de objeción a una marcha que indudablemente podía haber sido desautorizada. Los convocantes de la marcha comunicaron a la Delegación del Gobierno su intención de marchar por las calles del barrio más identificado con el movimiento LGTBI de toda España para protestar contra un concepto tan genérico como la “agenda 2030/2050”. Y es que lo de menos era el lema de la convocatoria.
El sábado acudieron a Chueca agentes de Policía Municipal de Madrid y policías nacionales, que se dedicaron a escoltar, o más bien, acotar, la marcha que se llenó de cabezas rapadas, personas de perfil neonazi y miembros de grupos ultras de equipos de fútbol cuya radicalidad le ha supuesto a más de uno ser expulsado de esos grupos de hinchas violentos. Ahí es nada. Pero esa no fue la única presencia policial el sábado en Chueca. Los que más trabajaron son los miembros de la Brigada Provincial de Información, quienes de paisano ayudaron a sus compañeros uniformados a poner nombre y apellido a los manifestantes a los que había que prestar más atención.
¿Y qué hacía allí la BPI? Lo que hacen siempre que saben del perfil de interés de una manifestación. Vigilarla de cerca. De hecho, el trámite rutinario ante este tipo de manifestaciones es que la Delegación del Gobierno se reúna con la BPI porque es precisamente la Policía la que debe informar del carácter de la marcha.
Ni cambio de itinerario
“En esta convocatoria poco misterio había. El problema no era ni el convocante ni el lema de la manifestación. El problema ha sido no ver lo que iba a suceder o lo que es peor, no querer verlo”, explica una de las fuentes consultadas por OKDIARIO, que se refiere fundamentalmente al cartel de la convocatoria y el tipo de mensajes defendido por la asociación Madrid Seguro.
Del cartel las fuentes policiales explican a este diario que hay que destacar “el fondo más que la forma”. Y es una información que sirve para ser aplicada de manera literal y figurada. Literal porque la imagen que sirve para ilustrar el aviso de la marcha cumple con todos los estereotipos estéticos de una convocatoria que acabará atrayendo a gente de perfil neonazi. Pero el fondo también debería haber hecho saltar todas las alarmas.
La asociación Madrid Seguro dice ser un grupo vecinal que defiende determinados ideales que pueden ser más o menos comprensibles: la seguridad en los barrios, el apoyo a la red de comercios locales o protección de los espacios naturales son sólo algunos de sus objetivos. Sin embargo, esta asociación también alimenta el rechazo contra la multiculturalidad, que vincula con actos violentos y delitos, y habla de la defensa de “la cultura e identidad de los pueblos de Europa”.
Las mismas fuentes policiales se muestran muy sorprendidas porque la Delegación del Gobierno tiene herramientas muy útiles para evitar situaciones de riesgo que no se aplicaron en esta marcha aun a sabiendas de su potencial conflictividad por el más que previsible atractivo de la manifestación para el sector neonazi . “Lo mínimo hubiera sido cambiar el itinerario. Si una asolación así, con lo que defienden y el tipo de cartelería y simbolismo que usa, pide manifestarse y no se quiere desautorizar en aras de proteger un derecho constitucional cambia el itinerario, por ejemplo, y no te prestes a amparar un acto de provocación”.
Fiscalía se pone manos a la obra y la primera cuestión será saber si Delegación del Gobierno dejó hacer por incompetencia, que sería malo, o a sabiendas de que quien se manifestaba atraería a los neonazis, que es peor. Lo que está claro es que Policía lo sabía de sobra y lo advirtió, así que sólo queda saber por qué no se le hizo caso.
La delegada del Gobierno, Mercedes González, echa balones fuera y defiende que no podía prohibir una manifestación de una asociación vecinal además de exigir «no echar más leña al fuego de la complicada situación de convivencia de Madrid». Justo por eso Mercedes, justo por eso.